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martes, 9 de agosto de 2016

Presentación

Hola amigos, espero que les este yendo muy bien en esta semana, que estén luchando por sus sueños a pesar de las dificultades que impliquen lograrlos, a veces estamos tan cerca de alcanzar lo que queremos y no nos damos cuenta, ¿saben? Siempre hay algo que te impulsa a seguir adelante. Quiero compartirles  que a mí me motiva el amor de Dios, y saber que lo que haga y logre sea agradable a sus ojos y finalmente es lo único que importa.
Actualmente curso el quinto semestre de la carrera de pedagogía en una universidad muy reconocida en mi ciudad, al principio tengo que reconocer que estaba algo desorientada acerca de lo que quería en mi vida, pues llegue a mi escuela porque no pase el examen de admisión a la Normal en educación primaria, y pensé que en Pedagogía podía encontrar algo muy similar a lo que buscaba en la normal, y no es que no lo haya encontrado, es que Dios es tan perfecto y te pone en donde tienes que estar.
En mi universidad conocí trece áreas de intervención pedagógica y realmente me quedé asombrada, pues me hablaban de tantas cosas que a mí me interesaban, como el medio ambiente, la investigación, recursos humanos, etc. Y estaba muy feliz por saberlo, pero fue en segundo semestre que gracias a un proyecto de investigación en el cual decidí trabajar con menores infractores que comprendí, cuál era el motivo por el cual Dios me había puesto en Pedagogía.
Tengo que decirles que estoy enamorada de Dios en primer lugar, y de la idea de poder crear un programa de reinserción para menores infractores, ya que al realizar observaciones en un centro de internamiento en donde ellos se encuentran, me pude percatar del olvido tan grande en el que se encuentran.
Mucho tiempo antes había llegado a mi vida un mensaje, lo encontré en mi biblia, específicamente en Hebreos: 13- 3. Que dice así: “Acuérdense de los presos como si estuvieran con ellos en la cárcel, y de los que sufren, pues ustedes también tienen cuerpo”.  Cuando lo leí, me dieron muchas ganas de visitar una prisión, pero era solo una niña, y no me dejaban entrar, probablemente lo fui olvidando o lo recordaba muy poco hasta segundo semestre de universidad que lo tengo cada vez más presente, todos tenemos un propósito y estoy creyendo y confiando que trabajar con menores infractores es el mío, estoy segura que Dios nos habla a todos mediante nuestros corazones o yo no sé los recursos de los que ha de valer para hablarnos y decirnos cuál es nuestro propósito, a mi me lo dijo de pequeña, después me puso en la universidad que el tenia reservada  para mí, me mando al centro de internamiento y me ha hecho leer artículos que me ayudan a saber lo que tengo que hacer.

No es un castigo lo que necesitan, es atención y
 una buena educación. considerando
obvio el amor.
¿Cuáles son sus sueños? Les he contados los míos profesionalmente y espiritualmente. También me gustaría saber los de ustedes. No dejen lo que desean lograr, pues si es lo que quieren con el corazón estoy segura de que es para ustedes, y si aun no lo tienen búsquenlo pues recuerden que todos somos parte de un propósito, por eso estamos en la tierra.  
No veo maldad en sus rostros, veo ternura y
 una historia que no ha sido contada.

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